jueves, 6 de junio de 2013

MAGNÍFICO UNIVERSO DUAL


Dos mundos, uno onírico, el otro futurista, ambos mentales, son los que conforman, con una estructura de series alternadas que no se encontrarán hasta el final (las dos tramas se van alternando consecutivamente en el orden de los capítulos), ese monumento literario que es El fin del mundo y un despiadado pais de las maravillas, la cuarta novela del archiconocido escritor japonés Haruki Murakami.
Se trata del libro que publicó con anterioridad al muy exitoso Norwegian Wood (traducido en España por Tusquets como Tokio Blues), y que le supuso el reconocimiento de la crítica y el aplauso del público en el mundo literario anglosajón (no así en el hispano, donde eso sucedió más tarde y gracias a Tokio Blues). La novela apareció en Japón en 1985, y su traducción al inglés en 1991, dando inicio al prestigio global del autor. Sin embargo, por esas cosas del mundo editorial patrio, los lectores españoles no hemos podido disfrutar el texto hasta 2009.
Se trata de una novela en la que el narrador, un informático que trabaja para El Sistema en un Tokio futurista, se ve envuelto en una trama de espionaje de la que él es el máximo botín y a la vez el protagonista principal. A su vez, en la historia paralela, el narrador (que tiene mucho en común con el otro narrador pero cuya relación deberá descubrir el lector) se desenvuelve en un mundo onírico en donde pierde su sombra en una ciudad amurallada denominada “El fin del mundo”, un entorno duro, rodeado de seres sin corazón y de unicornios que mueren en invierno, uno de los leitmotifs de esta magnífica narración, y un guiño al surrealismo y la patafísica. En el libro, en clave de ciencia ficción, se encuentran ya buena parte de los rasgos que han hecho mundialmente famoso a Murakami: la soledad, el individualismo, el sexo, las mujeres, la crítica al sistema o los personajes estrambótricos. Pero además, todos esos motivos aparecen sin las concesiones que con posterioridad el autor haría en las siguientes narraciones, y con una apuesta clara por la ciencia ficción más elevada. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a dios que está murakami en esas librerías infestadas de pseudolibros..

cgamez dijo...

Más Murakamis harían falta para que la lectura volviera a ser del interés del público.

Abrazo.