Una
de las sorpresas más interesantes del que esto escribe (o sea, yo
mismo) en el pasado congreso ICOHTEC (donde
ya saben que participé porque he colgado dos versiones de mi
comunicación, soy así de pesado) fue la comunicación del
historiador del arte italiano Alessandro Gallicchio sobre la obra del
artista francés François
Morellet y
su relación con la tecnología, y más especialmente, con las
matemáticas.
La
comunicación, titulada "Rethinking the Urban Areas through Art
and Technology: The Experience of François Morellet", trata de
uno de los artistas pioneros del minimalismo (aunque influido de
forma notable por el dadaísmo) que ha experimentado con tubos de
neón junto a otros elementos propios de la tecnología, y utiliza
conceptos de matemáticas en sus composiciones.
El
análisis de Gallicchio, que se puede consultar con mayor profundidad
en este
artículo, se basa a grandes rasgos en dos ideas fundamentales:
- La desmitificación de la idea de artista.
- La construcción de un universo artístico mecanizado en donde la matemática o el público tienen más influencia en las decisiones artísticas que la posible intuitividad del autor, que es incapaz de dominar su propia creación.
Es
evidente que una idea está relacionada con la otra. Si se
desmitifican la concepción romántica del artista y el culto a su
personalidad, su obra toma unas connotaciones en las que la intuición
artística no es lo más importante, sino la mecanización o la
recepción. Pero en el caso de Morellet, la busqueda de la casualidad
consigue construir un universo artístico personal capaz de
sintetizar el otro universo, ese que denominamos real, cargado de
azar y relaciones internas a la vez.
Para
hacernos una idea de como trabaja Morellet y no extendernos en
disquisiciones teóricas que pueden aburrir, voy a diseccionar uno de
los métodos que utiliza Morellet en sus obras, vinculado de una
forma íntima con la matemática, la geometría, la fórmula y el
automatismo. No en vano, Morellet trabajó como industrial en su
juventud.
El
artista parte del carácter infinito de los decimales del
número pi para
realizar una serie de construcciones geométricas azarísticas. Se
basa en una razón inicial l,
que va a ser un ángulo, que multiplica por los distintos factores
decimales del número pi.
Construye figuras con segmentos idénticos que forman ángulos
iguales a las multiplicaciones de la razón por cada uno de los
factores de pi tal
como se indica en la figura, donde la razón inicial es de 10º:
Morellet
utiliza este tipo de construcción, azarística y mecanizada, basada
en una fórmula matemática, para construir imágenes como la que
sigue:
Lo
interesante del caso es que la metodología utilizada por Morellet es
meramente operativa. Nunca se carga de ideología. A diferencia de
muchos de los artistas que usan la ciencia y la tecnología en sus
obras, Morellet no da un significado filosófico su trabajo.
Precisamente
estas formas en las que bucea Morellet, son las que le permitirán
elaborar sus estructuras mediante neones con posterioridad. La
combinación de la forma anterior con la fachada de un edificio ya
existente, da lugar a este esbozo:
Y a la instalación final, siempre desde la sugerentes estética de Morellet
Y a la instalación final, siempre desde la sugerentes estética de Morellet
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