jueves, 9 de agosto de 2012

EL PROBLEMA DE LA AUTORÍA



Las trifulcas entre algunos estudiosos de la literatura son fascinantes, a veces por lo pueril. Una de las más conocidas suele ser la de la autoría. ¿Quién era en realidad Shakespeare? ¿Quién era en realidad Homero?



Al parecer, ni Shakespeare ni Homero podían ser lo que fueron, escritores de extracción sencilla pero dotados de un increíble talento para narrar. Así que mejor idear una teoría del autor colectivo. O una teoría del autor con orígenes ilustres que prefirió una máscara de vulgaridad. Todo mejor que reconocer inteligencia en alguien con unas raíces tan burdas. Parece que los académicos se avergüencen de los orígenes vulgares de la escritura. Como si la literatura no apoyara una de sus patas en la cultura popular. A fin de cuentas, ¿no se había certificado la muerte del autor? Menos mal que todos conocemos la vida de Cervantes o la de Philip K. Dick. 

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