Releyendo a Bacon, a partir del interesantisimo debate desarrolado aqui, me da por pensar que el conocimiento que finalmente triunfa está siempre cerca del poder, si no lo representa. El caso de Bacon como canciller, el poder político de que gozó, la influencia que su pensamiento tuvo en la comunidad puritana y en la universidad británica. Hay otros ejemplos: Aristóteles, su relación con Alejandro Magno pese a ser republicano, el peso de su pensamiento en la élites escolásticas; Platón y su posición política en Atenas; el hinduismo y la contrarrevolución brahmánica; Confucio y el emperador; Popper, el asesor de Margaret Thatcher... Espeluzna ver la importante relación que existe entre pensamiento y poder.
No es que los productos de ese pensamiento sean buenos o malos, es que parece que requieran del poder para llegar a la luz pública y conseguir perdurar.
jueves, 19 de junio de 2008
jueves, 12 de junio de 2008
EL ASTRONAUTA II
El astronauta desconectará el aparato de detección de radiación no visible de su pantalla. Al instante desaparecerán esas tonalidades tan sugerentes y volverá a contemplar el universo en colores. Reflexionará sobre lo confundidos que estaban sus antepasados de siglos pasados, siempre obsesionados con la dictadura de los sentidos: la vista, el tacto, el oido... Esas percepciones que les obligaban a concebir la realidad de una forma tan cartesiana y que les habían engañado al intentar interpretar el universo. Pensará en ello y será consciente del progreso realizado por la Humanidad para comprender su entorno físico. Y, sin embargo, esa idea tan racional no será suficiente para paliar la lascivia que le inundará completamente en los días siguientes y que acabará por hacer fracasar su vida sentimental.
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