miércoles, 20 de agosto de 2014

Para emigrar. Suburbano

Que la conquista española de América fue un choque más que un encuentro es algo que ya hace tiempo que se ha discutido. No voy a entrar mucho en el tema más allá de las necesidades que requiere este ensayo respecto a elementos históricos. Si se tiene en cuenta que soy nacido español, aunque en Catalunya, pero hijo de emigrantes andaluces, se comprenderá que este no va a ser un ensayo político, al menos si se concibe como político lo que está de actualidad política. A fin de cuentas, no me siento reflejado en ninguna de las identidades que me dio el nacimiento, ahora al parecer excluyentes para una buena parte de su población. Si tuviera que identificarme con algo, lo haría como un producto humano de la emigración y la industrialización. Es decir, tendría más cosas en común con un muchacho de la periferia de París cuyos padres abandonaron el campo para instalarse en la ciudad, o con el hijo de unos emigrantes mexicanos rurales en Los Ángeles, que con mis compatriotas, tengan el gentilicio que tengan.
cornejo
Es por esta razón identitaria, o de difícil clasificación ante lo identitario, que quedé obnuvilado ante la lectura de Escribir en el aire, del ya fallecido Antonio Cornejo Polar. Este libro de crítica literaria, escrito en 1994 y con versión en inglés desde el año pasado (2013, así que ya nadie tiene excusa para no leerlo), es un manual excelente para comprender los complejos mecanismos de la hibridación y la difícil asimilación de diversas culturas en una misma identidad. Algo de lo que, recordando el primer párrafo, deberían tomar nota en la antigua metrópoli.
El texto de Cornejo Polar parte del encuentro entre los españoles y el Inca en Cajamarca. Pero, como él dice: “No intento ni lamentar ni celebrar lo que la historia hizo”. Por eso describe el choque entre la cultura escrita del colonizador, representada en la Biblia, registrado en crónicas españolas, y la cultura oral del indígena, representada por el Inca, que espera escuchar directamente la verdad que al parecer se le ofrece en ese libro y que después se retratará en retablos teatrales indígenas denominados wankas. A partir de ahí, Cornejo Polar traza una genealogía, o un intento de genealogía de las letras andinas en lo que podríamos definir como un lento y doloroso proceso de hibridación de culturas que cristalizará con una nueva literatura heterogénea y múltiple a través del lenguaje —que es como se construye la literatura— que alcanzará sus cotas más altas con el poemario Trilce, de César Vallejo, y con la obra de José María Arguedas, pasando por los sufrimientos identitarios del Inca Garcilaso y su literatura mestiza o el fracaso de la literatura colonial a la hora de incorporar la voz del indígena.
Es resaltable la perspectiva en cierto momento positiva que Cornejo impregna a un texto por otra parte crítico, en especial al tratar de describir un proceso cultural terriblemente doloroso como debió ser la colonización española entre los pueblos andinos, con la esperanza de la creación de algo nuevo: una literatura nueva. Entre otras cosas, porque en la actualidad es la única zona del planeta en que se están dando esos procesos de fusión, comparables a los que sufrió Europa tras la caída del Imperio Romano, y que darían lugar a la modernidad occidental mil años después.
Pese a que en el ámbito de las letras —salvo sonadas excepciones— es donde se respira una mayor entente entre culturas, el libro de Cornejo Polar contrasta con la situación que se está viviendo entre Catalunya y algunas zonas de España. En ese caso, tras más de quinientos años, en vez de entenderse, cada día se odian más. Es para emigrar.

martes, 12 de agosto de 2014

LA NOSTRA VIDA EN CONTE

És un fet que el relat curt en català gaudeix de molt bona salut. No només per les anomenades vaques sagrades del gènere, com són els Quim Monzó o els Sergi Pamies, si no també perquè el gènere ha gaudit d'una regeneració contínua, amb nous autors que han actualitzar el conte amb noves i sugerents propostes com Jordi Puntí, Empar Moliner o Borja Bagunyà.
nostra-vida-vertical-yannick-garcia
És lògic que en aquesta tessitura apareguin nous autors de relat en català. Hi ha autors on emmirallar-se i interès pel gènere amb noves propostes. És el cas de l'últim premi Documenta de 2013, l'ampostí Yannick Garcia, que ha rebut una excel·lent acollida per la crítica a les magnífiques peces de rellotgeria que trobem al llibre La nostra vida vertical, també anomenades contes. Precisament, el premi Documenta és un molt bon espai per descobrir nous autors, tot i que en Yannick ja va tenir una carrera que es va consolidant, doncs no fa gaire guanyava el premi Vila de l'Atmella de Mar de 2012 pel llibre Barbamecs, també un recull de relats. I s'havia estrenat amb poesia, tot guanyant el premi Gabriel Ferrater de 2003 amb el recull De dalt i de baix. Yannick, a més, a publicat en castellà un dels seus contes a l'antologia Emergencias, publicada per Candaya
La nostra vida vertical l'autor aconsegueix altes quotes de qualitat a partir d'una sèrie de personatges complexos que voldrien ser més simples per tal vegada ser més feliços. Però que al estar dispersos en un molt tan complex, acaben per no poder gaudir d'aquesta felicitat. Precisament, aquesta complexitat fa que en algun moment els protagonistes entrin en contacte amb un altre personatge d'origen català, si és que no ho són ells mateixos, i aquest recurs, molt ben trobat, aporta unitat al llibre. Així, la jove californiana convertida al budisme pel seu amant, la fotògrafa rusa casada amb un català o el jove d'origen italià criat al Maresme.
De les diverses estratègies que desenvolupa Yannick Garcia a les seves narracions cal destacar el domini del relat obert, on no passa res a la superfície quan en profunditat està passant de tot. Als relats domina el realisme en general, tot i que també es troben referències al relat fantàstic. En altres paraules, llegint a Yannick Garcia un pensa en Pamies, també en Hemingway, i en George Saunders, de qui Garcia n'és el traductor en català, tot amb un estil propi. Tradició i innovació conflueixen a un autor que promet bones notícies en un futur proper.


sábado, 2 de agosto de 2014

LOS ABOGADOS DE CERVANTES SE QUERELLAN CONTRA MARÍA KODAMA. Carlos Gámez Pérez | Nagari

LOS ABOGADOS DE CERVANTES SE QUERELLAN CONTRA MARÍA KODAMA. Carlos Gámez Pérez | Nagari

Es un hecho, el universal autor castellano no ha aguantado más y, tras leer por enésima vez «Pierre Menard, autor de El Quijote», ha decidido ponerse en contacto con sus abogados desde la ultratumba para denunciar a Jorge Luis Borges por plagio y preservar sus derechos de autor.

La noticia ha cogido a María Kodama y a su agente el Chacal desprevenidos, justo en el momento en que estaban ideando presentar una querella contra todos los escritores de ficción del mundo por utilizar sin compensación económica esa palabra con la que se definen: “ficción”, que según Kodama es producto del ingenio narrativo de su difunto marido, quien en opinión de la viuda ya lo patentara cuando publicó el libro de relatos que le diera fama universal: Ficciones,

En palabras de Kodama, todo autor que se define de ficción, está utilizando el concepto que ideara su marido al titular a su libro Ficciones. Es decir, ficción es la técnica que permite construir universos autónomos a partir de una realidad completamente ficticia, y esto parece subyacer en la base de la conocida colección de historias cortas borgiana. Esta era la razón principal para interponer una querella de largo alcance, que al parecer iba a afectar a la mayoría de asociaciones de escritores de ficción del mundo.

No se sabe ahora, con la apelación desde la ultratumba de Cervantes, si la viuda del vate argentino seguirá adelante con sus planes. Lo que sí se sabe a través de sus representantes es que Cervantes está indignado por el tren de vida de la Kodama, en especial, si se compara con una existencia y una muerte de penurias como la suya. Lo cierto es que los abogados del maestro castellano, que se comunican con su cliente mediante una sofisticada estrategia esotérico-científica que les permite conocer de primera mano las opiniones cervantinas, afirman que van a llegar a las últimas consecuencias. Además, don Miguel está muy disconforme con el supuesto plagio y no ha querido atender a razones como la de que la intertextualidad es la base de la literatura, o el hecho de que todo está conectado y la creación literaria es un claro ejemplo de ello.

En todo caso, llueve sobre mojado sobre el legado de Borges, aún tambaleante tras la querella presentada por Funes el Memorioso, también desde la ultratumba, por una supuesta utilización de su persona para una narración supuestamente ficticia desde la perspectiva de “ficción” desarrollada por Borges en Ficciones, tal como alega Kodama en su defensa. Precisamente Funes va a ser llamado a declarar en el caso de Cervantes, porque al parecer recuerda a la perfección el momento en que Borges decidió escribir exactamente la coma que diferenciaba el pasaje de Cervantes del que Borges acabaría atribuyendo a Menard. La imagen, que es una de las pruebas fundamentales de la defensa de Cervantes, forma parte del catálogo mental de todas las imágenes  de los recuerdos de Funes, que este decidió iniciar después de su muerte. Como Borges temía, cada una de sus palabras y de
sus gestos perduró en la implacable memoria de Funes, incluido el Quijote de Menard, y eso puede acabar pasándole factura a Kodama.