Seis palabras. A saber:
1) Papá
2) Mamá
3) Caca
4) Tanca (cierra en catalán)
5) Rana
6) Agua
Con esos seis vocablos pretende EXPLICAR mi hijo de año y medio. No sólo explicarse a sí mismo, sino explicarlo todo: el mundo que le rodea, el universo, su estado de ánimo. Y, acordándome de los patinazos metodológicos de Eduard Punset, pienso si no será ese el problema. Si no intentamos todos, no solo comprendernos a nosotros mismos, sino el mundo que nos rodea, el universo, nuestro estado de ánimo, con las pocas y pobres palabras que conocemos.
4 comentarios:
Precioso post. Interesante CV. Una vez investigué un poquito sobre las relaciones entre matemáticas y literatura. Fascinante tu investigación.
Gracias. En uno de tus blogs he visto una cita sobre las desigualdades de Bell que me ha parecido sumamente interesante.
Precisamente ahora estoy intentando un relato que tiene que ver con eso. Lo de la comunicación a distancia me parece muy literario.
Abrazo.
Hola Carlos
Desde luego, tiene mucho que ver. Es difícil, bastante difícil pensar en algo para lo que no existe un término que lo designe. Fíjate la prueba está en que cuanto más se preocupa una civilización o cultura por un tema determinado, más suele ser el abanico de palabras usadas para ese tema, lo que incorpora mayor número de matices, hace la red de conceptos más rica y densa.
Un libro que me pareció muy ilustrativo al respecto es El descubrimiento del espiritu, del helenista Bruno Snell. Puedes consultar más aquí:
http://encuentrosconlasletras.blogspot.com/2008/02/el-descubrimiento-del-espritu.html
Un saludiño
Javier
www.javierfarto.wordpress.com
Muchas gracias Javier por tu aportación. Me ha parecido muy interesante.
Abrazo,
Carlos.
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