jueves, 20 de agosto de 2009
MAQUETA
Mi hijo se mira en el espejo y no se reconoce. Hasta que no cumpla los 18 meses no sabrá que él es esa figura que se refleja en la superfície especular. Entonces tendrá los primeros atisbos de conciencia y esa máquina que carga en los hombros -y que llamamos cerebro- habrá empezado a programarse para que sus sentidos obtengan un primer modelo, una primera maqueta de lo que llamamos realidad exterior. Con los años la irá perfeccionando, agudizará sus sentidos y los sentimientos y la técnica le ayudarán en el proceso de desarrollo mental. Pero no será más que eso, una maqueta a escala de lo que llamamos realidad. Es lo máximo que esa máquina que cargamos a hombros -y que llamamos cerebro- puede dar de sí.
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