viernes, 2 de noviembre de 2007

Pese a los relatos integrales del pasado elaborados por filósofos y pensadores, las pequeñas ambiciones de la gente siempre acaban tergiversando la historia.

1 comentario:

Recaredo Veredas dijo...

La influencia de las ambiciones más mezquinas en la historia con mayúscula es un tema fascinante. Buen blog. Saludos.