Es un hecho, el universal autor
castellano no ha aguantado más y, tras leer por enésima vez «Pierre
Menard, autor de El Quijote», ha decidido ponerse en contacto con sus abogados desde la ultratumba para denunciar a Jorge Luis Borges por
plagio y preservar sus derechos de autor.
La noticia ha cogido a María
Kodama y a su agente el Chacal desprevenidos, justo en el momento en
que estaban ideando presentar una querella contra todos los escritores
de ficción del mundo por utilizar sin compensación económica esa palabra
con la que se definen: “ficción”, que según Kodama es producto del
ingenio narrativo de su difunto marido, quien en opinión de la viuda ya
lo patentara cuando publicó el libro de relatos que le diera fama
universal: Ficciones,
En palabras de Kodama, todo
autor que se define de ficción, está utilizando el concepto que ideara
su marido al titular a su libro Ficciones. Es decir, ficción es
la técnica que permite construir universos autónomos a partir de una
realidad completamente ficticia, y esto parece subyacer en la base de la
conocida colección de historias cortas borgiana. Esta era la razón
principal para interponer una querella de largo alcance, que al parecer
iba a afectar a la mayoría de asociaciones de escritores de ficción del
mundo.
No se sabe ahora, con la
apelación desde la ultratumba de Cervantes, si la viuda del vate
argentino seguirá adelante con sus planes. Lo que sí se sabe a través de
sus representantes es que Cervantes está indignado por el tren de vida
de la Kodama, en especial, si se compara con una existencia y una muerte
de penurias como la suya. Lo cierto es que los abogados del maestro
castellano, que se comunican con su cliente mediante una sofisticada
estrategia esotérico-científica que les permite conocer de primera mano
las opiniones cervantinas, afirman que van a llegar a las últimas
consecuencias. Además, don Miguel está muy disconforme con el supuesto
plagio y no ha querido atender a razones como la de que la
intertextualidad es la base de la literatura, o el hecho de que todo está conectado y la creación literaria es un claro ejemplo de ello.
En todo caso, llueve sobre
mojado sobre el legado de Borges, aún tambaleante tras la querella
presentada por Funes el Memorioso, también desde la ultratumba, por una
supuesta utilización de su persona para una narración supuestamente
ficticia desde la perspectiva de “ficción” desarrollada por Borges en Ficciones,
tal como alega Kodama en su defensa. Precisamente Funes va a ser
llamado a declarar en el caso de Cervantes, porque al parecer recuerda a
la perfección el momento en que Borges decidió escribir exactamente la
coma que diferenciaba el pasaje de Cervantes del que Borges acabaría
atribuyendo a Menard. La imagen, que es una de las pruebas fundamentales
de la defensa de Cervantes, forma parte del catálogo mental de todas
las imágenes de los recuerdos de Funes, que este decidió iniciar después de su muerte. Como Borges temía, cada una de sus palabras y de
sus gestos perduró en la implacable memoria de Funes, incluido el Quijote de Menard, y eso puede acabar pasándole factura a Kodama.
sus gestos perduró en la implacable memoria de Funes, incluido el Quijote de Menard, y eso puede acabar pasándole factura a Kodama.
2 comentarios:
Borges fue poco cuidadoso; olvidó que la eternidad es un pañuelo, y que "arrieritos somos"
Un saludo.
Gracias por el comentario, Andrés. Es curioso que los herederos de Borges pequen justo de lo que él criticó. Serán herederos económicos, que no intelectuales. Abrazo.
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