domingo, 29 de abril de 2012

EL UNIVERSO POSITIVISTA EN 11 PASOS

Ya hace un tiempo que recomendamos en esta bitácora la exposición Acciones en el Universo, de Bestué y Vives, por la interacción de la propuesta artística de sus autores con la ciencia. Ahora, cuando faltan poco menos de veinte días para que eche el cierre en Barcelona (aunque es probable que circule por otros centros de exposiciones de La Caixa), dedicamos esta entrada a analizar el mensaje de este conjunto de instalaciones.


La exposición, sumamente contemporánea, con una clara influencia posmoderna, se divide en 11 acciones o instalaciones:

Acción 1: Se inicia con una metáfora de lo micro a partir de la simbiosis de una planta con el entorno plástico y el intento de un gato de penetrar el interior de la materia (¿será el gato de Schrödinger?).

Acción 2: La segunda estancia busca la interacción con el público al hacerle esquivar la simulación de un aparato digestivo mediante un zigzageante pasillo-tripa.

Acción 3: En el tercer paso volvemos al lenguaje simbólico, esta vez de las entrañas. A través de una serie de elementos arqueológicos mezclados con elementos de bazar, se presentan nuestra vida interior por medio de una supuesta escalera, y nuestra vida social a partir de la discoteca y los arquetipos que en ella podemos encontrar.

Acción 4: Los sentidos son los protagonistas de esta sala. En virtud a referencias al impresionismo y elementos tecnológicos como una máquina de humo, los artistas pretenden alertarnos del poder de nuestros sentidos.

Acción 5: A través de un juego de móviles con objetos cotidianos sobre una mesa en un comedor cualquiera, los autores simbolizan lo macro (ver foto). Resulta interesante observar que los supuestos planetas-objeto que conforman nuestro sistema solar no siguen un movimiento uniforme sino caótico, y que uno de esos objetos es nada menos que Bouvard y Pécuchet, el libro más científico de Flaubert. Sin duda, se trata de la sala más interesante y original de las que conforman la exposición. También se trata de una de las más ambiciosas en su significación.

Acción 6: En el centro de la instalación nos encontramos con lo mental. Mediante una suerte de formas geométricas y juegos de luz, topamos con algo que da la impresión de ser un cerebro por dentro, visto desde la perspectiva de una neurona.

Acción 7: Esta sala da cuenta de la dualidad de nuestro mundo. La dialéctica entre lo orgánico y lo inorgánico, entre la luz y la oscuridad, entre los sentidos y los problemas de la percepción, que se simbolizan por medio de una serie de objetos imposibles. Precisamente, el escollo con el que se topa la racionalidad de las etapas de la primera parte de la exposición.

Acción 8: El problema fundamental de esta racionalidad, los límites de la percepción, se utiliza para construir la octava acción. Objetos influidos por el movimiento Gestalt, experimentos de psicología o elementos expresionistas para dar cuenta de que "pensamos y sentimos en la misma medida".

Acción 9: Aquí, en virtud de una serie de foto montajes fallidos (es interesante observar las diferentes y variadas técnicas que utilizan los autores, incluida la banda sonora que se escucha en la visita comentada), expuestos a ambos lados de un pasillo negro iluminado con luces rojas, quedan reflejados nuestra precariedad, el fin del mundo y el fin del individuo.

Acción 10: La conciencia de la muerte se hace patente en un mapa a escala de la exposición, en donde podemos vernos simbolizados a partir de una luz que nos ilumina. La crisis de la posmodernidad y la ruptura de la promesa de perfección cara a cara.

Acción 11: Llegada la muerte, contemplamos las estructuras básicas, los escombros que conforman nuestro mundo. Y fin.

Aunque sería mejor que el lector lo experimentaran por sí mismo, a uno le queda una sensación agridulce cuando sale del recinto. La estructura de las acciones está muy bien concebida, con una carga muy significativa en el centro=mente de la misma. El discurso coincide con el del conocimiento científico: una fase centrada en los sentidos y la materia inerte, un desarrollo técnico vertiginoso; para chocar de bruces con los límites de esos sentidos y ese conocimiento y entrar en crisis hasta desconfiar del modelo progresista. Sin embargo, ahora sabemos que todo está conectado. Que no se puede hacer una división tan categórica entre materia inerte y materia viva. Que precisamente, ese es el discurso positivista que critica la posmodernidad. Que el cerebro forma parte intrínseca de ese universo y no puede extrapolarse de él. Que somos incapaces de hacer de observadores sin ser observados a la vez. Y eso también se podría haber reflexionado en este excelente montaje.

jueves, 26 de abril de 2012

SE DA EL CASO DE QUE, A VECES, AMISTAD Y BUENA LITERATURA SE DAN LA MANO

Se da el caso de que Orland Verdú, escritor, actor y amigo (este tipo de categorías se han de explicitar), ha ganado el VIII Premi de Teatre Ciutat de Sagunt, con la consiguiente publicación de su texto. Pero como se da el caso de que ser amigo (como Orland) no es equivalente a ser buen escritor, el post podría finalizar aquí.

Sin embargo, se da el caso de que yo fui uno de los afortunados que pudieron leer sus Diàlegs de dalt i de baix antes de que llegaran a cristalizar en formato libro. También se da el caso de que Orland ha pedido a sus lectores que recomienden el texto si les gustó, y. se da el caso de que al que suscribe le gustó. Y como Orland presentará su libro mañana día 27 en la Fira del Llibre de València, y el 28 de abril en Petrer, voy a dedicar unas palabras al texto.


Se da el caso de que se trata de un texto dramático dividido en cuatro diálogos. Todos diálogos entre dos personajes. Se da el caso de que los títulos resultan de corte muy platónico: "Sobre la guerra", "Sobre la felicitat", "Sobre l'amor" y "Sobre el destí", y ese carácter filosófico aparece en la escritura de Verdú con un estilo descarnado. Una prosa austera, hiriente, rayana al existencialismo de Samuel Beckett para hablar de cobardía, de amor a la madre, de amor al padre y de arte.

Se da el caso de que en esta bitácora tratamos con especial interés a aquella literatura que utiliza elementos científicos o tecnológicos, y se da el caso que Verdú los usa en el segundo de los diálogos, "Sobre la felicitat", para utilizar la ciencia ficción como drama. En un entorno de máquinas, una prestigiosa programadora debe reconocer sus oscuros sentimientos. Y la ciencia ficción le da al entorno un aura de atemporalidad que recuerda a Manuel de Pedrolo. Se da el caso de que Verdú utiliza escenarios igualmente austeros en sus otros diálogos (un bosque, una residencia, los sueños), lo que impregna de coherencia el texto. Se da el caso de que este carácter marcadamente simbólico y atemporal nos obliga a reflexionar sobre el eterno conflicto que reside en el hombre. Es por esta razón que recomiendo su lectura.

lunes, 23 de abril de 2012

DE LO LOCAL, LO GLOBAL Y LA FÁBULA EN SANT JORDI

En una fecha tan señalada como la de hoy, día del libro, es de rigor hablar de literatura. Y lo haremos debatiendo si todo lo que se escribe fuera, y más concretamente, en torno a Nueva York como centro literario, es mejor por decreto de lo que se escribe en otros ámbitos más locales.

Para ello utilizaremos un género universal como es la fábula. Porque las dos novelas de las que trata este post son fábulas (también historias de amor). La primera, Super Sad True Love Story: A Novel, de Gary Shteyngart, es una fábula sobre el futuro político de la sociedad estadounidense, y con ello, del mundo. La segunda, La dona que es va perdre, de Marina Espasa, es una fábula de la realidad a partir de dos mundos paralelos (hombres y topos) y una suerte de Alicia contemporánea en busca del amor.



Aunque la primera novela lo ha tenido todo, con una promoción sonora que derivó en entrevistas y reseñas muy visibles, uno la lee y no parece que sea para tanto. El libro contiene cosas interesantes: el humor; el tratamiento de la ciencia y la tecnología (los fascinantes äpärät); un arranque explosivo con un narrador que trabaja para una empresa que proporciona la inmortalidad; el uso de formatos tecnológicos para los diálogos entre los personajes; una visión global (la novela arranque en Roma, después se traslada a Nueva York, el narrador es de origen judío ruso, su pareja de origen coreano); o una interesante reflexión sobre la ciencia ficción ("the true subject of science fiction is death, not life"). La estructura también resulta sugerente, en torno a los diarios de Lenny Abramov y las conversaciones en redes sociales de los protagonistas. Por lo que el autor se permite jugar con las distintas versiones de los hechos narradas por los propios personajes en esta historia de amor un tanto cínica. Sin embargo, uno lee el libro y le invade ese aurea de frivolidad contemporánea de la que tanto se queja Vargas Llosa. Los diálogos son planos; las tramas, que podrían ser profundas, solo se perciben levemente; la historia principal es harto previsible. Uno acaba con ganas de dejar de leer, justo aquello de lo que tanto se queja el protagonista principal. El entorno fantástico producido por un relato futurista cortocircuita en alguna parte. Nada que ver con la magnífica "Recompensa" de George Saunders o Ruido de fondo de don DeLillo (lo que muestra que esta entrada no está en contra de la tradición literaria norteamericana, sino a favor de la calidad).


En cambio, La dona que es va perdre no ha gozado de gran atención mediática como Super Sad True Love Story (incomprensiblemente, no está incluida en la lista de recomendaciones para este Sant Jordi pese a tener críticas elogiosas). Además, está escrita en catalán, que no es una de las lenguas mayoritarias en el (triste) negocio literario. Sin embargo, contiene muchos más universales literarios pese a desarrollarse en un entorno local. También utiliza elementos científico tecnológicos (como las máquinas de intercambio de sexo). Pero además, el tono es sublime, y la historia envuelve. La narración está impecablemente bien contada, estructurada en tres partes. Una inicial en Barcelona con elementos fantásticos infiltrados. Una segunda plenamente fantástica, que se desarrolla en el mundo de los topos, suerte de actualización de Alicia en el país de las maravillas (precisamente, la protagonista se llama Alicia). Y una tercera que ensambla la fantasía en la realidad con la vuelta de Alicia a su vida cotidiana diez años después, y que justifica los recursos surrealistas que vaticina la portada del libro. La fábula cumple su función a las mil maravillas pese a que la historia se desarrolle en un ámbito local y en un mundo imaginario.

¿Que cuáles son las razones de este desajuste entre ambos libros? Pues hay muchas, y la mirada de cada lector puede tergiversarlas. Pero se me antoja que algunas de ellas podrían enumerarse y todos estaríamos de acuerdo:

  1. La lógica interna del relato: algo fundamental en una fábula. La novela de Espasa la mima desde la metamorfosis inicial. De este modo, uno se introduce en una historia donde todo, los topos, los infiltrados, las máquinas de intercambio de sexo, funciona de forma verosímil en un entorno fantástico y hasta surrealista. El relato de Shteyngart es mucho más descuidado, lo fantástico se desdibuja con la crónica política futurista.
  2. La conexión simbólica de la fábula con el mundo real: precisamente, el simbolismo de la novela de Espasa, que es un relato netamente fantástico en su segunda parte, se entrelaza con el mundo real en sus significaciones mucho más que la narración de Shteyngart, que se deja llevar por el guiño autobiográfico. Ese recurso también lo utiliza Espasa, pero siendo siempre fiel a la simbología de la novela. Su resultado salta a la vista: lo abstracto congenia mejor con lo real que el propio realismo.
  3. El lenguaje: descuidado en Shteyngart, es el aceite fundamental para que la máquina de Espasa funcione. La excusa de Shteyngart al utilizar lo coloquial para buscar un texto más cercano resulta una falacia desde que se publicara La maravillosa vida breve de Óscar Wao. Si el lenguaje coloquial está bien trabajado, la lectura del texto resulta impecable. A fin de cuentas, estamos hablando de literatura, es decir, de lenguaje hecho arte.

Con estas tres ideas básicas se desface el entuerto. Nos encontramos ante un problema de tiempo. Super Sad True Story es un producto de elaboración rápida para ser puesto a la venta en el mercado de forma rápida. Sufre las carencias de su propio planteamiento. La dona que es va perdre es una obra de lenta elaboración, una obra (de arte) literaria. A veces, el "entorno" condiciona el producto, y no estar en el centro (literario) puede ser un bálsamo.


jueves, 19 de abril de 2012

NICHOLAS TALVOLA: UNA PROPUESTA ANTIGUA

Tras el éxito de The Artist en los premios Óscar de este año, se hizo evidente a nivel mundial el retorno de los formatos clásicos en el mundo de la estética. Por ejemplo, el cine mudo que propone la película mencionada; o el relato decimonónico en novelas como Libertad, de Franzen, con las críticas que ha suscitado a favor y en contra. Sin embargo, no debemos llevarnos a engaño, mucho hay de pose en estas actitudes, como se puede ver con los New Traditionals, tan "en la onda" en la Inglaterra contemporánea, cuna de la mayoría de waves del siglo XX.

En este contexto, el pasado 12 de abril se presentó en la sala Blow Gallery del Raval de Barcelona (Sant Rafael, 27, junto a la Rambla del Raval) la exposición de Nicholas Dominic Talvola, titulada Blow-Up.

Se trata de un joven fotógrafo norteamericano afincado en Barcelona que trabaja con cámaras fotográficas antiguas pero de una excelente óptica: 1) una Rollei-Flex 3.5 modelo T; 2) una Leica M2 de 1957. Aquí el artista con la segunda:


Como es evidente, con aparatos antiguos lo que uno se encuentra en la exposición son fotos antiguas. Aún más si tenemos en cuenta que Talvola utiliza las técnicas de la fotografía espontánea de Henri Cartier-Bresson o Robert Frank, pero más especialmente las del mítico Joan Colom, primer gran fotógrafo del Raval barcelonés. Talvola aprovecha los descansos que le permite su banda de jazz, donde toca la trompeta, para pasear y retratar por sorpresa la Barcelona contemporánea desde una mirada antigua.

Este último dato resulta fundamental para entender a Talvola, con más de una década tocando la trompeta. Aquí la prueba, sacada de su perfil en myspace (no se pierdan sus sugerencias musicales):


 
La apuesta por tocar jazz en una ciudad con tan poca oferta musical ya dice mucho. Si tenemos en cuenta que hablamos de alguien que fuera DJ y skater en su adolescencia, aún más. Talvola lleva ya años apostando por lo antiguo. Sus fotografías son un paso más en esa recuperación de la bohemia y el movimiento beatnik que él idealiza. Precisamente, el pasado de la gran creación norteamericana en el siglo XX (el club de jazz y la fotografía espontánea), ahora que allí se habla tanto de decandencia.

No es que comulgue completamente con esos postulados estéticos (yo prefiero recuperar lo clásico desde formatos contemporáneos). Sin embargo, cabe destacar que su propuesta estética es algo sólido, no la proposición de un arribista que se deje mecer por las modas.

lunes, 16 de abril de 2012

DESOBEDIENCIA CIVIL

Lo de la desobediencia civil tiene mucha tela. Si utilizáramos una máquina del tiempo para aplicar en el pasado el proyecto de ley que se ha sacado de la manga el ministro del Interior español, encontraríamos unas cuantas paradojas, no precisamente temporales. Ahí van tres:

1) Ghandi (sí señores, el Mahatma, el gran pacifista) se pasaría 4 años en la cárcel por "delito de integración en organización criminal".

2) Todos los participantes en la revolución de terciopelo y la caída del muro de Berlín (dos de las protestas preferidas de los conservadores españoles) deberían haber ido a la cárcel. ¡Todos!

3) La represión de las víctimas de la Primavera de Praga, de Tian'anmen, de las Damas de Blanco y de tantos otros eventos históricos que escandalizan a los conservadores, hubiera sido algo intachable desde la perspectiva del ministro Fernández Díaz. ¿Qué es eso de pararse delante de un tanque? ¡Coño! ¡Hasta aquí podríamos llegar!


Así que vamos a dejarnos de política ficción y a actuar. Si el problema es la violencia, que se detenga a los violentos, que son minoría. Todo el mundo tiene derecho a protestar de forma pacífica. No volvamos a los viejos tiempos.


jueves, 5 de abril de 2012

EL MAESTRO DE LAS INTERSECCIONES ENTRE LITERATURA Y CIENCIA



Queridos lectores, me congratulo en presentarles a Alberto Rojo, el maestro. El gran experto en las intersecciones entre ciencia y literatura. El analista que mostró la relación del relato "El jardín de los senderos que se bifurcan" de Jorge Luis Borges con la teoría de universos paralelos de Hugh Everett III. Aunque era un hecho que se comentaba en los círculos literarios y científicos, Rojo pone negro sobre blanco, de forma incontestable, esos paralelismos. Demuestra que Borges se adelantó a la idea científica de Everett para interpretar la mecánica cuántica en más de quince años.

Rojo, profesor de física en la Universidad de Oakland, en Michigan, es también escritor y músico. Yo llegué a él gracias a un post de Agustín Fernández Mallo. Debo reconocer que su trabajo me impresionó.

El autor principal de las investigaciones de Rojo es Borges, no solo por ser el precursor de la teoría de los universos paralelos, también por otras intersecciones con la ciencia (ya indicamos en este blog que el escritor argentino es uno de los más importantes a la hora de usar conceptos científicos para narrar). Pero no acaban en el universo borgiano las disquisiciones de Rojo. En un artículo donde volvemos a encontrar a Borges y Everett, aparecen otras tres "intersecciones entre la ciencia y la literatura". A saber: La Ilíada y la generación espontánea; Edgar Allan Poe y la paradoja de Olbers; Carl Sagan y los viajes en el tiempo. Es más, en sus numerosos artículos sobre el tema, llega a atreverse incluso con La Biblia. También podemos encontrar textos suyos enfocados hacia las relaciones entre el arte y la ciencia en los casos de dos científicos de fama mundial: Galileo y Einstein

Ahora Rojo acaba de abrir un blog. Allí, con la misma metodología y el vasto bagaje cultural que utiliza para sus artículos e investigaciones, desmonta mitos de la cultura popular a partir de razonamientos científicos. A mi modo de ver, un sitio web imprescindible.